martes, 8 de diciembre de 2015

VESTIR PARA UNA CENA O COMIDA DE EMPRESA

Llegan las Navidades y con ellas todo un séquito de rituales que debemos repetir todos los años. Comidas, cenas, compras de última hora, preparativos… Es precisamente por eso, que no debemos caer en la monotonía anual de hacerlo siempre igual.
Desde Classic Men y La sencillez del Protocolo, esto lo tenemos muy claro y por eso mismo, pretendemos darte las claves para que estas Navidades no sean unas cualesquiera, sino que sean: ¡Las Navidades! Aquellas en las que te recordarán como un buen anfitrión/a o colaborador/a de ellas.
Pasamos, ahora sí, al punto importante de este Post:

VESTIR PARA CENAS DE EMPRESA

Con todos los compromisos que se avecinan, debemos tener claro cuál es la imagen que queremos proyectar en cada uno de ellos. Y, sobretodo, actuar con el papel que nos corresponde.
Dentro de estas citas anuales tenemos las, ya clásicas, cenas de empresa.

¿En qué se diferencian del resto?

Bien, la principal característica distintiva es el grado de formalidad que tienen dentro de la propia simpatía que adquieren. Es decir, a pesar de ser cenas con el colectivo profesional siempre buscan la “desinhibición del personal” o lo que coloquialmente llamamos “Desconectar del trabajo”.
Antes de profundizar, me gustaría aclárate que los consejos o tips que voy a facilitarte, sólo debes aplicarlos en comidas o cenas de Navidad. Más adelante, subiré material relativo a cómo asistir a una cena o comida de negocios. Dicho esto, podemos continuar.

¿Qué tendremos en cuenta para saber cómo ir vestidos?

Los que ya me conocen, saben de mi un básico, que siempre predico, y te invito a que practiques: “El elegante es aquel que se adapta al contexto en el que se encuentra”, ¿Qué quiero decir con esto? Fácil, únicamente que no por ir siempre de traje serás el más elegante. Para ello, debes analizar la circunstancia a la que te enfrentas.

Por ello, haremos distinciones de la siguiente forma:

-          - Comidas de Navidad.
-          - Cenas de Navidad.
         - Restaurante al que acudiremos.
          - Grado de formalidad.

A partir de aquí, analizaremos esos cuatro aspectos para concretar nuestro atuendo.
Si empezamos por el Grado de formalidad, es importante conocer cómo suelen vestir nuestros compañeros de trabajo. Esto nos dará suficientes pistas para saber si debemos acudir de traje y corbata o si podemos jugar más con los complementos y las combinaciones de chaqueta-pantalón.
Mi recomendación ante la duda, es tan sencillo como preguntar. ¡Sí! No tiene más secreto… Los hombres, en general, somos menos cuidados en estos aspectos que las mujeres. Por eso, al igual que ellas conversan acerca de cómo asistirán a un determinado evento, nosotros también debemos hacerlo sin pensar en los antiguos y desfasados “roles de sexos”. De este modo, será más fácil no dar la nota excediéndote o por el contrario, quedándote corto.

Restaurante. Este punto, es un determinante de la categoría a la que te enfrentas. Siempre hay restaurantes y RESTAURANTES… Del mismo modo que los primeros son más permisivos de asistir con vestimenta más relajada, los segundos exigen unos mínimos de presencia y comportamiento. Por ello, para los primeros te recomiendo utilizar combinaciones de chaqueta-pantalón (con o sin corbata) y si es de tu agrado y tus compañeros te acompañan asistir de traje con esa misma opción de corbata o no.
Sin embargo, para los segundos siempre traje y corbata como mínimo preestablecido. A partir de ahí, ya podremos jugar más y marcarnos un Plus con los complementos, que siempre son opcionales, pero vitales para distinguirte de la mayoría.

Y finalmente, ¿Cena o Comida?

Aunque parezca irrelevante, tiene todo el sentido hacer hincapié en este detalle. Hay prendas de vestir que están hechas para la noche, de hecho, fueron creadas con ese fin.
Para las comidas que son a plena luz del día, siempre utilizaremos prendas en tonos más variados en escalas de grises, azules, marrones… Siendo estos siempre más claros que los que vestiríamos por la noche.
Por otro lado, disminuiremos el uso de prendas con brillos excesivos en corbatas, pañuelos de bolsillo e incluso en los mismos trajes.
Con respecto a las camisas, es un buen momento para salir de la rutina y formalidad del día a día en la oficina (con camisas lisas) e incluir aquellas con algún motivo y combinación de color. Camisas a rayas, de cuadros muy (discretos y suaves) o simplemente lisas con tonalidades suaves en azules, rosados y demás.


Vayamos ahora a la noche. Aquí tenemos la oportunidad de mostrar nuestro lado más seductor y desenfadado además que elegante. Para ello, siempre te recomendaré el uso de traje o smoking si las circunstancias te lo permiten.
Puedes utilizar, ahora sí, trajes sin patrón generalmente lisos con un cierto brillo, camisa blanca o negra (permite irte a los extremos) pero sin incluir camisas de motivos ni en otro tipo de tonos. Sólo los colores de la noche que por excelencia tienen tanto éxito.

Y utiliza complementos. No se trata de aparentar ni de llevar una joyería en lo alto, sino de innovar y ser detallista. Mis recomendaciones fundamentales o básicas para marcar la diferencia, es el uso de gemelos en el puño de camisa francés o doble puño, pañuelos de bolsillo (para noche blancos, tonalidades oscuras y permisible el rojo con corbata o pajarita negra, ¡nunca a juego con el pañuelo!), pajarita, pisa-corbatas y “Pin Collar” o pasador de cuellos de camisa (en futuros post, hablaremos más adelante de él. Si necesitas información adicional no dudes en pedírmela).
Como puedes comprobar, esta Navidad, está en tu mano romper con los esquemas que tus compañeros y tus superiores tienen de ti, y mostrar toda tu esencia de Gentleman del siglo XXI.

Pero sobretodo, y nunca lo olvides… “Tú y solamente tú, eres el que porta el traje. Que el traje nunca te lleve a ti”

¡Feliz comienzo de Fiestas Navideñas!
No leemos pronto…


Duque de Praga

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